jueves, 19 de marzo de 2020

¡SÍ, TÚ!



Era una bonita y maravillosa mañana en Queenburgo. Llegaba el verano y el sol estaba radiante en el firmamento. Por el contrario, en el hormiguero (45º N y 23º O) se avecinaba tormenta. Carreras en todas las direcciones, todas la obreras revolucionadas, sostenían sus pancartas.
-          ¡Reina, levanta, ponte de ayudanta!
-          ¡Menos procrear y más trabajar!
La manifestación de las obreras llegó a la galería de la reina, donde ella lo único que hacía era estar poniendo y quitando leyes y poniendo más y más huevos.
-          ¡No puede ser, estamos hartas de que nosotras estemos trabajando y tú sentada haciendo… nada!
-          ¿Quién, yo? Creo que os estáis equivocando de hormiga.
-          ¡Sí tú!
-          Sin mí se extinguiría el hormiguero y desaparecería del mapa.
Las hormigas cabizbajas y deprimidas recogieron sus pancartas y volvieron al trabajo.


                                                                                                            Laura de Torres Orós.


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