Confinamiento

Ahí estaba yo, confinada en mi casa por el maldito coronavirus, deseando ir al parque y volver a ver a Lucía en persona. Sabía que nada de eso ocurriría en este momento….. Pero por fin ha llegado el día. El día en el que no prolongan el confinamiento, el día en el que puedo volver a ordenar mi habitación porque sé que el sábado siguiente  la tendré que volver a ordenar. Salgo a la calle esperando ver algo interesante después de dos meses encerrada.

¿Y qué es lo primero que veo? A  un señor muy peludo comiendo ¿almendras? ¿Te o puedes creer? En las mismísimas calles de Zaragoza.

Mientras intento olvidarme de este espeluznante recuerdo, me dirijo al pabellón de mi barrio, cuando de repente, así sin avisar, veo a María, la pija egoista….Intentando que no me vea, sigo mi rumbo hacia la F.T.E. (Fábrica de Tareas Esclares), también llamada “escuela”.

Casi es mejor la vida de confinamiento. Porque esto parece un chiste, pienso…                                                                                                                                                                                                                                    

   Laura de torres Orós

Ludwig van Beethoven

Presentación que he elaborado sobre la biografía, la obra y algunas curiosidades sobre este gran autor.

La gorra en la mano

Estaba yo tan a gusto en el velador tomando mi Coca-Cola cuando viene un señor destrozando una canción con su acordeón. ¡Es que eso ni era música ni era nada, era un intento  de música fallido! Al acabar su magníficamente horrible actuación, pasa con la gorra en la mano. Me vi obligada a darle una propina y saqué lo primero que encontré en mi bolsillo.

Era: un poco de pelusilla y un botón.

                                                                                                      Laura de Torres Orós.

Por qué Mozart no usaba el si bemol

Si os gustan los documentales, la música y sois curiosos os recomiendo este vídeo de Jaime Altozano.
Es un gran músico que nos explica cusiosidades sobre Mozart.

Instrucciones para inflar un globo

Primero necesitas un globo, puede ser del color que prefieras o necesites. Hay muchos tipos de globos: grandes y normales, los que venden los feriantes (que normalmente ya están hinchados) y los de agua. Estos últimos no hay que hincharlos con aire porque puedes llegar a quedarte sin aire y desmayarte en el intento.

Ya obtenido el globo apropiado, ponte manos a la obra. Toma el globo por la parte de la boquilla, si sabes diferenciarla porque es posible que esté metida hacia adentro. En este caso sacúdela dos o tres veces para estirarla, y proseguir con el inflado. Coloca los dedos pulgar e índice de las manos y aprieta el globo por la boquilla, importante. Llena tus pulmones de aire y expúlsalo por la boca, intenta hacer este proceso sabiendo que estás inflando el globo (no expulsar el aire fuera del globo), y  si te ha parecido espeluznante este mecanismo vas a alucinar con el siguiente. ¡El nudito! Si eres menor de treinta años y no eres superdotado ya puedes llamar a una persona mayor de treinta, como mínimo de cuarenta años, si no, estás destrozado. Hay personas que aunque sean adultos, no saben hacer nuditos. Hay gente que teme al nudito, y no a cualquier nudito, no, es ese nudito del globo de tu fiesta de cumpleaños que se resistió y al final mató al pobre globo. ¡PÁM! Por culpa de ese nudito no tuviste tu globo azul. Pobre globo, que en paz descanse.

                                                                                                         Laura de Torres Orós.

Tiré todo lo que veía

Estaba muy nervioso, era la primera vez que me presentaba a una entrevista. Siempre quise trabajar allí, porque la Liga de los Superhéroes S.A. estaba muy bien valorada. Por fin me llamaron y el jefe de personal me preguntó el nombre (mi nombre es muy ridículo para ser un superhéroe y tuve que inventarme uno nuevo). Benitomán, le contesté. Seguidamente me pidió que hiciera una demostración de mi poder. Apreté los puños y todos los objetos que había en la sala empezaron a volar y caer en todas las direcciones. Tras el enfado el jefe comprendió que yo tenía telequinesia a pesar del desastre causado. Sorprendentemente me seleccionaron y pidieron el D.N.I. No me quedó otro remedio que confesar mi verdadero nombre: “Clodoveo Tiro to´ lo que veo”.

                                                                                Laura de Torres Orós.

Instrucciones para abrir una puerta

En principio es fundamental saber hacia dónde te diriges, es decir, no equivocarte de puerta. Si te encuentras sentado, debes levantarte y si estás de pie te ahorras el esfuerzo.

 Para conseguir la aproximación correcta debes colocar  el cuerpo en dirección a la puerta (nunca colocarse de espaldas) y poner un pie delante de otro y así sucesivamente hasta llegar a la puerta sin darte contra ella.

Debes asegurarte de que la puerta permanezca cerrada, en caso contrario simplemente atraviésala. Si tienes la puerta abierta ya puedes dejar de leer estas instrucciones.

Coloca el brazo flexionado noventa grados delante de la puerta y sujeta la manivela (también llamada pomo) con la mano derecha o izquierda, la que mejor te venga. Si te encuentras en un establecimiento público (ya sea un bar, un baño o una tienda) debes leer el cartelito que pone “tirar” o “empujar”. Lo cual es mucho más útil que estar diez minutos probando. Si tienes delante una puerta corredera no empujes ni tires, desplázala en sentido lateral. En el caso de que se trate de una puerta con sensores está permitido dar saltitos si no tienes la altura necesaria.

Si se trata de una puerta de ascensor hay que estirar el dedo índice hasta llegar a pulsar un determinado botón. Si lo que necesitas es atravesar una puerta giratoria ¡que no cunda el pánico! No corras, camina con seguridad pudiendo dar tantas vueltas como sea necesario hasta que sepas que te encuentras dentro del local.

Si la puerta es tradicional, de pomo o manivela, ejerce una suave presión hasta que notes que la puerta se abre, cruza el umbral y no te olvides de cerrar la puerta después de todo el proceso.

                                                                                 Laura de Torres Orós.